viernes, 15 de junio de 2007

EL ARTE DEL PERDÓN




Todo acontecimiento doloroso encierra siempre una senda de aprendizaje y liberación, y por cierto, encierra crecimiento interior. Cuando dejamos de ver lo esencial iniciamos el camino de la ceguera, nos volvemos ciegos cuando escuchamos la interpretación egoísta de lo que creemos que el “otro” nos ha hecho.
Piensa en todas aquellas situaciones que a lo largo de tu vida has dejado inconclusas porque le has dado un poder que no tienen y por el contrario han alimentado una emocionalidad que lejos de generarte satisfacción te daña más a ti que al ofensor; el rencor; una de las emociones destructivas que espera siempre que le des un a señal para apropiarse de tu corazón; una vez que lo hace da a luz un sentimiento fatal, el resentimiento.

Cuanto tiempo puedes dejar pasar y cuanto daño te puedes hacer a ti mismo con esta emocionalidad, no es el que te “generó daño” el perjudicado sino tú, que apartas de tu interior la mirada esencial y abres un camino que no siempre tiene retorno.
El resentimiento, el rencor, la envidia son emociones destructivas que entorpecen tu crecimiento y oscurecen tu capacidad de ver.
Y cuantas de todas estas experiencias te alejan de personas amadas y te encierran en tus “verdades”, sin dar opción al error. Cuantas interpretaciones haces del mundo dentro de estas programaciones internas que te hacen mover de una forma con los otros y dejas de incorporar la mirada múltiple que abre siempre un camino al Perdón, de tu parte y del otro.
Toma estas experiencias y coge las sandalias del maestro interior, ¿Qué dicen estas emociones de ti forma de ver y ser?, de tu forma de ver el mundo, de tus valores?
Estar concientes de esta forma de operar en nosotros nos permite mirar todas aquellas situaciones que ahora traes del recuerdo y las estas colocando frente a ti, te permiten salir de tu forma programada de pensar y ver al otro como es con toda su “humanidad” como tú, con más o menos aprendizajes que tú, pero como tú, con la capacidad de equivocarse, de tener sus propias cegueras, de no saber siempre tomar las mejores decisiones, de dañar sin saber, de no medir las palabras, ni las actitudes. Si estas conciente podrás “ver al otro” sin idealizarlo, podrás acompañarlo, abrir una puerta, darle las manos cuando lo necesite y guardar silencio cuando sea necesario hacerlo.
Todos tenemos abiertos distintos caminos de aprendizaje, nadie es mas sabio que el otro, todos tenemos una sabiduría que nos es propia, porque es parte de nuestra constitución humana y divina, y yace en nuestro interior, esperando que le abras la puerta, esa sabiduría te entrega las llaves maestras del camino.
Perdonar y pedir perdón es un acto del más grande amor que nos constituye, que nos dignifica y nos permite “SER”.

En la indiferencia, en el silencio evasivo y sin justificación puedes hacer mucho daño, no hay dolor más grande que el de aquel que se siente negado en su humanidad.
Retoma la llave maestra y sana el camino, sanarás tu corazón, y trasmutaras al instante todas las emociones oscuras en luces que fortalecerán el corazón de todos los que te rodean y la energía de todo el planeta que te contiene.

Recibe mi Cariño inmenso

Celena

6 comentarios:

Alyxandria Faderland dijo...

Dificil arte este, el mas duro de todos sin dudas. Gracias por tus mensajes de paz y amor!

Mar dijo...

Gracias por dejar huellas en mi rincón para llegar aquí a este hermoso lugar, lleno de palabras de aliento, de sabiduría y de amor, con imágenes hermosas.

EL arte del perdón, en definitiva es un arte que no todos saben pintar desde el alma.

Saludos caribeños

Fulbio Pèrez dijo...

Queridos amigos:

A medida que iva leyendo su escrito sobre el Arte del Perdón al mismo tiempo saboreaba el sabor de un poema de Facundo Cabral que leí alguna vez, el poema se llama Conciencia, el cual considero muy oportuno para compartirlo con ustedes.Perdónate, acéptate, reconócete y ámate, recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la eternidad.

“ El veneno más fuerte para el espíritu humano es la incapacidad de perdonarse a sí mismo o perdonar a otra persona. El perdón ya no es una opción sino una necesidad de curación.”

Perdona a todos y perdónate, no hay liberación más grande que el perdón, no hay nada como vivir sin enemigos. Nada peor para la cabeza y por lo tanto para elcuerpo, que el miedo, la culpa, el sentimiento y la crítica que te hace juez(agotadora y vana tarea) y cómplice de lo que te disgusta.

Nacemos para encontrarnos (la vida es el arte del encuentro), encontrarnos para confirmar que la humanidad es una sola familia y que habitamos un país llamado Tierra. Caminando comprobé que nos vamos encontrando con el otro, lenta, misteriosa, sensualmente, porque lo que teje esta red revolucionaria es la poesía. Ella nos lleva de la mano y debajo de la luna, hasta los últimos rincones del mundo, donde nos espera el compinche, uno más, el que continúa la línea que será un círculo que abarcará el planeta.

Mil gracias por la visita, todo un encuentro con la paz y la armonia es su breve espacio.

"Espero y nos encontremos en alguna parte del camino"

Anónimo dijo...

Bueno no hay mucho que comentar tus palabras como siempre lo dicen todo en esta vida nos enfadamos con la gente que mas queremos y a veces estamos años o para siempre enfadados por cosas banales y todo por orgullo o por no saber perdonar,saber perdonar es como una virtud que no todos tenemos.Nos gusta mas el egoismo rencor,envidia y no nos damos cuenta de que esas nos hacen daño pero el perdon nos hace sentir bien,nos libera de un peso muy grande que se lleva y que nos corroe.En verdad no se como no nos damos cuenta de que todo eso no nos hace bien.Por eso todo el mundo deberia reflexionar y saldar sus cuentas pendientes hablar con la gente que no se habla y perdonarle o dejar que te perdonen que tambien es importante.
Gracias CELENA.

Itziar

Anónimo dijo...

Perdonar es el camino de la liberación, el que auténticamente se libera es quien perdona, echando fuera de su alma al rencor y la venganza que solamente lo envilece y lo consume.

Perdonar a pesar de tener razón y mil justificaciones para no hacerlo, se atreve a pronunciar en el interior del corazón "Perdón". Perdonar cuando te han ofendido y humillado es cuando se manifiesta la grandeza del corazón del ser humano.

Solamente el que ama auténticamente puede decir "te perdono y lo olvido". Perdonar es cuando a pesar de sentirse ofendido te atreves a dar una sonrisa de amor.

Deja hoy tus rencores, que anhelan ver al que te ha ofendido de rodillas pidiendo perdon, deja hoy ese fuego que enciende tu cólera y abraza tu ser de rabia y de rencor, cuando ha sido pisoteado tu orgullo y has sido lastimado en lo más profundo,

Te pregunto, ¿Serás hoy capaz de perdonar a esa persona que te traicionó, aquella ofensa de alguien que creías no te podía fallar y hoy le puedes demostrar que le amas? ¿Serás hoy capaz de llenar tu alforja de olvido, y salir al encuentro con lo único que le puedes ofrecer, tu perdón y continuar tu camino de paz al encuentro de Dios?

Hoy libérate y camina como un niño extraviado a los brazos de una madre llena de amor, como el ciego al encuentro de la luz. Hoy perdona y olvida, eleva tu alma a las estrellas y encuentra la paz.

Dios, sé que tu grandeza y tu más sublime expresión de amor es perdonar. Dame la sabiduría, la comprensión y la fuerza para convertirme en amor, y sin dar espacio ni tregua al odio, entregar la vida por los que amo.

Señor, tu lo sabes mejor que nadie, conoces el corazón del ser humano y sabes que hoy deseo amar como nunca imaginé, Señor gracias, hoy al fin he perdonado por amor.

Hoy perdonaré para siempre y arrojaré de mi alma todos aquellos rencores que me envilecen y me atan al pasado, hoy estoy dispuesta a olvidar, hoy me demostraré a mí misma mi capacidad de amar.

Desconozco autor de estas palabras
Con Cariño
Nany

Vivi dijo...

Celena y Raúl:
Son un ejemplo para todos nosotros.
Siempre necesitamos perdonar y ser perdonados... Que buenas reflexiones a las que invitan en su blog!!
Los quiero mucho.
Vivi