jueves, 22 de noviembre de 2007

MANIFESTANDO TU DIVINIDAD


¿Dónde habita la divinidad?, ella habita cada célula de nuestro cuerpo y es contenida en el interior de cada ser humano; cada uno de nosotros preserva como el mas hermoso y misterioso regalo la semilla divina, lista para ser descubierta cuando el talento y el don humano se hacen carne en lo físico.
Cuando la semilla es alimentada con la sabia de la vida en un fluir continuo, aprendemos, generamos sabiduría, y en esta disposición avanzamos, evolucionamos surgiendo la manifestación de nuestra propia, única e irrepetible DIVINIDAD.
No es erigida en la realeza, más habita todos los corazones humanos hasta el mas humilde de ellos.
Ella convoca lo más sutil de los cuerpos que nos constituyen y perfuma hasta el más denso aroma humano, una vez florecido se encarga de mostrarnos que todo lo que somos y creemos que somos “es” con sólo quererlo y puede cambiar con sólo “observarlo” , para soltar y limpiar.
Atraemos la belleza de la vida y de las personas en la expansión de esta fuente única de luz que marca el inicio del renacimiento en nosotros y en el todo.
Cada vez que vislumbramos caminos de bien, de generosidad, de compasión, de ternura, de amor, es porque florece en nosotros esa divinidad que permite ver con el corazón; la belleza no se admira con los ojos físicos, más es el corazón en toda su expresión quien la manifiesta y nos deslumbra.

Cada centímetro de la vida está guiado por las energías que disponen de los imanes que acercan o repelen aquello que queremos vivir.
Aquello en lo enfocamos nuestra mente y corazón es manifestado y creado en el plano físico transformando nuestro mundo y un flujo amplio, lleno de luz y también de oscuridad nos desafía e invita a la vida.

La manifestación divina adolece de la rigidez de nuestra racionalidad, mas es bendecida con permanencia en el camino del guerrero, que se adentra en sus confines para emerger victorioso de la plantilla estructurada que cada uno ha creado para sí mismo.

¿Y que es lo divino?; lo divino nos es otra cosa que nuestra belleza interior abastecida de las emociones mas sabias de nuestra humanidad que retornan a la matriz y al reconocimiento del amor como única fuente de valoración del sentido de la vida.
¿cómo sabe el hombre que la manzana esta lista para ser disfrutada?, se lo dice el color de su envoltura o la tibieza de su interior dulce como la miel de la eterna primavera?, el hombre simplemente lo sabe y la abre para beber de su néctar, en el ser humano pasa lo mismo, cuando estamos listos para ser disfrutados por otros emergemos en libertad como águila con sus alas al viento…en su despliegue suave, ligero, en pleno éxtasis nos entregamos al otro, al todo, en un dar, infinito, lleno de luz y de amor.

En Amor a Ustedes
NAMASTE
Celena

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Como me gustaria poder expresar asi las cosas Celena.Me emociono cuando leo lo que escribes pues creo que poca gente es capaz de escribir asi y no aburrir.Esa capacidad que tienes si que es divina y creo que deberias escribir en mas sitios pues es un don de Dios o tuyo pero un don divino.
Divinidad es lo que tienes en tu mente cuando escribes y eres capaz de que la gente llore al leerte pues haces que no nos olvidemos de que esta vida es para vivirla disfrutando de los que tenemos alrededor,no pensando siempre en las cosas materiales.
Tus palabras son dulces como tu.
Te quiere mucho

Itziar

Anónimo dijo...

Hay cosas simples que llegan al corazon. gracias
Paloma

Enid Ramírez dijo...

definitivamente tu forma de expresarte es envidiable....en el buen sentido....y con tu permiso quisiera poder compartir con todos mis amigos este escrito al comenzar en año por supuesto con tu nombre y dirección de internet. Bendiciones

Enid desde PR